Sistemas de absorción, radiación y convección
Para mejorar el rendimiento energético, tan importante o más que la elección de un buen aparato de aire acondicionado, es la instalación y mantenimiento por parte de profesionales del sector.
Una correcta instalación debe tener en cuenta factores como la colocación óptima de las unidades interiores y exteriores, o el sellado correcto de las conducciones de aire para evitar fugas. Y el cálculo de frigorías necesarias para cada estancia.
La realización de revisiones periódicas permite además, un funcionamiento óptimo de la instalación y sus componentes a lo largo de toda su vida útil.
Directiva europea sobre eficiencia y ahorro energético
En Europa se estima que el 40% del gasto energético proviene del sector de la edificación. Calefacción y aire acondicionado son las dos principales fuentes de demanda con dos terceras partes sobre el total. Con estos precedentes, la Unión Europea promulga, en diciembre de 2002, una directiva con una serie de medidas orientadas a reducir el consumo energético de sus edificios en todos los países miembros.
En este mismo contexto, desde 2004 cualquier aparato de aire-acondicionado doméstico comercializado en Europa tiene la obligación de incorporar la denominada etiqueta de eficiencia energética. Fabricante, descripción del equipo, potencia de refrigeración y, en su caso, también de calefacción, son algunos de los valores exigidos.
Los sistemas de acondicionamiento calificados con la nota A suelen tener un coste ligeramente superior al resto, pero a cambio las importantes reducciones de consumo permiten amortizar ese sobre-coste en un plazo de tiempo relativamente bajo.